Cuatro décadas
separan estas imágenes. El telescopio vió su primera luz el
3 de marzo de 1978. La primera imagen fue la de Saturno, y
no puedo explicar la sensación que te embarga después de
tanto trabajo.
Como si quisiera
unirse al evento, la casualidad hizo que aquella noche, en
pleno barrio valenciano de Ruzafa, se produjese un
inesperado apagón de luz. El cielo entonces no es el de
hora. Se veían las constelaciones a simple vista
perfectamente, pero aquella noche, se pudo ver la Vía Láctea.
Con apenas tres
o cuatro herramientas, recuerdo como mi amigo Tomás y yo
salíamos los
sábados
a buscar piezas en chatarrerías, y recoríamos los solares y
derribos para buscar varillas metálicas y listones de madera
para, a la caída de la noche, volver con un metro y una
sierra de mano y cortarlas a la medida necesaria.
La horquilla,
por ejemplo, salió de unas vigas de madera de mobila de la
antigüa estación de
autobuses
Sur, y la estructura en forma de "T" que soporta el
conjunto, de un andamiaje. El primer buscador se hizo con
dos lupas y el portaoculares con dos tubos de desodorante.
Lo mejor es la
imagen que proporciona. Muchos de los que han observado
conmigo me siguen diciendo que este tubo de 200 mm
proporciona mejores imágenes que los nuevos chinos de 250
mm. Y es que la óptica hecha a mano, como se hacía antes, es
soberbia. El objetivo salió en
1977
de las manos de
Josep Costas, con el número de serie 227, de los cerca
de cuatro mil que fabricó.
1978: PRIMER TELESCOPIO
(Newton 200 mm. a F:6)
Contenido
historia de un telescopio
la concepción del proyecto
un convertible ecuatorial-dobson
un instrumento en evolución
unas cuantas mejoras
2020: SEGUNDO TELESCOPIO
(Schmidt-Cassegrain 235 mm. a F:10)
Un salto cualitativo
OTROS CONTENIDOS
Preparación de una caja de oculares
··1978:
PRIMER TELESCOPIO
historia
de un telescopio
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El
primer telescopio es un reflector de 20 cm de abertura y 120 cm de distancia focal. Está en servicio desde
el 3 de marzo de 1978. La óptica fue tallada por el maestro
Josep Costas en 1977. El tubo abierto es de perfil metálico y la
montura ecuatorial motorizada, marca Carton, es de fabricación
japonesa. Un pequeño refractor de 6 cm hace las veces de guía para
controlar el seguimiento cuando el telescopio principal está ocupado
por la cámara de fotos, la de video o la webcam.
Además,
habitualmente utilizo para prospección del cielo dos prismáticos, unos
Celestron de 7x50 y unos Alstar de 11x80 con un gran campo y una
excelente luminosidad..
Al
ocular del telescopio le acoplo según necesidad una cámara réflex
Canon EOS 1000D, o una Handycam Sony. Las webcam que utilizaba eran una Philips
ToUcam PRO II (PCVC8640K) y una Logitech
QuickCam VC . Desde 2018 utilizo una cámara ZWO ASI224MC que proporciona
mejores imágenes a un precio muy asequible.
El
lugar de observación habitual es la terraza de mi vivienda en
Almàssera (Latitud 39º 30' 56" N, Longitud 00º 21' 18" W), situada a unos cuatro kilómetros al Norte del centro de la
ciudad de Valencia. Ciertamente la contaminación lumínica es
importante y va en aumento. Sin embargo, aún es posible identificar con
facilidad las constelaciones a simple vista.
El
telescopio de 200 mm |
Detalle
de la montura ecuatorial |
Los
prismáticos de 7x50 y 11x80 |
Como
en muchos casos, las historias personales son apasionantes y están
llenas de anécdotas. Es por ello que no me he resistido a contar aquí
algunos episodios de la construcción de este telescopio, esperando que
sirva de aliento para los que empiezan y se desesperan por no poseer
medios adecuados.
A
mediados de los años 70, la oferta de telescopios en España era
mínima (no como ahora) y los precios eran inasequibles para jóvenes
adolescente como yo. Así pues, durante más de dos años, todo lo que
tuve fueron mis viejos prismáticos de 10x50. Durante unos meses
también dispuse de un pequeño refractor prestado de 6 cm con montura
azimutal, gran aberración y nula estabilidad.
Los
viernes y sábados, junto con otros amigos, "exprimíamos" al
máximo el refractor ecuatorial de 8 cm de la asociación.
Aprendidas
las nociones básicas de orientación y ya conocidas la mayoría de las
constelaciones me decidí por la opción barata, que era construirme yo
mismo un telescopio de 20 cm. Las herramientas eran bien pocas: un
destornillador, un martillo, una sierra de madera y un taladro, estos
dos últimos manuales ya que por entonces no había herramienta
eléctrica al alcance de particulares. La experiencia en el manejo de la
herramienta era casi nula. En los inicios de este proyecto siempre
conté con la inestimable ayuda de mi amigo Tomás Aledón, compañero
infatigable en todos los primeros años de afición.
··
La
concepción del proyecto
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Esta
fue la ecuación que se utilizó.
Partiendo
de dos ideas diferentes obtener una nueva configuración. |
Telescopio
construido
por J.Costas y M.Cortés |
+ |
Telescopio
ilustrado
en una enciclopedia |
= |
Telescopio
resultante
que construí |
Estaba
claro que la montura iba a ser de madera, dado que era el único
material que se podría obtener y trabajar con la herramienta disponible.
Las maderas fueron obtenidas de diversos solares, obras y derribos. A
veces eran tan grandes que las piezas había que cortarlas en el mismo
lugar en que se encontraban para poder trasladarlas a casa. Se ojeaba
entre semana y se localizaban las piezas, esperando al fin de semana
a que aún estuvieran allí. Una vieja chatarrería en el barrio
valenciano de Ruzafa, en la que pasábamos muchos ratos, era nuestro
principal suministrador de piezas, tornillería y otros utensilios.
El
eje ecuatorial se hizo con un tubo de fontanería con rosca de gas y un
par de bridas. De la chatarrería se obtuvieron unas piezas de
fundición de 10 mm de espesor que costosamente se serraron a mano y
sirvieron de unión para dar solidez a la horquilla. Verdaderamente hay
que hacerlo para saber lo que cuesta cortar con una sierra de mano (no
eléctrica) unas piezas de fundición de 1 cm de espesor y darles forma,
o una vigas de madera de mobila de 15x8 cm.
Los
perfiles del tubo eran de estantería metálica perforados como los que
hay las estanterías de cualquier almacén.
El
porta-oculares se hizo con dos tubos de desodorante en barra de diferente
tamaño que encajaban entre sí. Los contrapesos fueron hechos de una
barra de hierro cortada y taladrada que encontré de nuevo en la
chatarrería.
Lo
único que faltaba era el objetivo que se compró a Josep Costas y un
ocular, que me traje de Devaux-Chevet. Con todo incluido, el coste del
instrumento ascendió a 11.000 ptas (66 euros) de 1977. No era un
instrumento muy avanzado, pero las óptica era buena y las imágenes
proporcionadas no tenían nada que envidiar a los otros instrumentos con
los que se comparó.
Claro
está, que pesaba unos 50 Kg y montarlo y trasladarlo era una aventura.
No estaba motorizado (no conocía a nadie que tuviera un aparato
motorizado en aquel entonces), de modo que las manivelas de ascensión
recta y declinación eran suficientes. Sin embargo era robusta, tanto
que la horquilla era capaz de soportar el peso de una persona.
|
|
El
telescopio durante la fase de construcción y recién terminado.
En las imágenes de puede apreciar el eje polar para el que se
utilizó tubo de fontanería que, al ser hueco, permitía un
centrado del polo celeste rápido y eficiente. También se
observa el porta-oculares descrito más arriba y las varillas
roscadas que permitían movimientos lentos en ambos ejes. El
buscador era igualmente de fabricación casera. |
··
Convertible
ecuatorial -
dobson
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La
experiencia me ha ido diciendo que un telescopio se va adaptando a las
circunstancias y a la situación personal de su propietario. Como he
mostrado, cuando era un joven de 17 años sin recursos económicos, me las ingenié para hacer un instrumento sencillo pero
eficaz.
De
nuevo, las circunstancias mandan, y al instalarme en mi propia
vivienda ya no disponía del mismo espacio. Una montura tan voluminosa
era incómoda. Como no quise renunciar a tener un ecuatorial, lo que se
me ocurrió fue aprovechar que el tubo era cuadrado para, en los
laterales no utilizados para la sujeción a la montura ecuatorial, poner
sendos discos de nylon para un acople dobson. Así nació el convertible
ecuatorial-dobson, dos monturas para un mismo tubo. Si te interesan más
detalles, publiqué un artículo en la revista Tribuna de Astronomía, que
puedes leer aquí, con la descripción de este montaje. En las
imágenes que siguen, se observa que la vieja montura de horquilla ha
sido sustituida por una ecuatorial alemana sobre columna, motorizada y
de gran solidez, que permite albergar un tubo de hasta 30 cm de
diámetro sin problemas (por si acaso fuera necesario en el futuro).
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Adaptación
del mismo tubo óptico sobre dos monturas diferentes, a la
izquierda con la montura ecuatorial alemana y, a la dedecha,
sobre montura dobson. |
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Un
instrumento en evolución
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De
nuevo tuve que adaptarme a las circunstancias. Uno tiene hijos y ya no
puede tumbar asientos en el coche para llevar el telescopio. El tubo
resulta demasiado largo para introducirlo entero en el maletero. ¿La
solución? cortar el tubo en dos secciones. Sin embargo, ya que se hace
el trabajo, se hace algo más útil. Es aquí donde nace lo que he dado
en llamar la "bombonera".
Simplemente consiste en que
la sección inferior del tubo tenga dos utilidades, por una lado alberga
la celda del espejo principal, por lo cual ya no tengo que montarlo y
desmontarlo en cada transporte, y sobre ella, dentro de la "bombonera",
se aloja un compartimiento que encaja perfectamente en ella en el que
puedo guardar diversos útiles, como herramientas, cables, etc.
Cuando
se acopla al foco del telescopio diferentes accesorios, puede suceder
que el recorrido del portaoculares no es suficiente para lograr enfocar
la imagen. A mí me sucedió con cámara de video doméstico. Comentando
con otros aficionados resultó ser un problema que es más frecuente de
lo que parece. Para resolverlo se me ocurrió un sistema sencillo pero
eficaz. Monté en un mismo bloque, a modo de caja, la araña del
secundario y el portaoculares, montándolo de tal manera que fuera
móvil. En mi caso, gracias a dos guías que permiten variar el foco,
puedo acercar o alejar el secundario en un recorrido extra de 125 mm,
bloqueándolo con dos sencillas tuercas con palomilla en la posición
más idónea. Este sistema lleva funcionando perfectamente desde 1999.
Las ilustraciones que aparecen a continuación muestran el sistema.
La
evolución lógica sería que el cambio de instrumento, quizás
un tubo de mayor diámetro hubiera sido el siguiente paso lógico aunque
en detrimento de su movilidad. Sin embargo, desde década de los 90 se
ha abierto
otra posibilidad importante como es el acceso a instalaciones
permanentes a una distancia razonable. Así por ejemplo está el CAAT en
Aras de los Olmos, observatorio gestionado por la Asociación Valenciana
de Astronomía que cuenta con un telescopio SC Meade LX200 de 400 mm de
abertura. Otro observatorio es el del CEMA en Crevillente,
gestionado por el Círculo Astronómico Mediterráneo, que cuenta con un
reflector newton de 400 mm y un refractor apocromático de 155 mm.
Estas
instalaciones cuentan con gran variedad de accesorios que hacen
innecesario trasladar cada uno su propio telescopio, montar y desmontar
cada vez, frecuentemente es suficiente con llevar cada uno sus cámaras
o accesorios. Es más cómodo llegar, abrir la cúpula y comenzar a
trabajar. Luego uno se lleva en un CD las imágenes obtenidas. Esto
hace que las costumbres hayan variado en cierto modo. Pero no me
cuestiono siquiera el desplazarme con mi propio telescopio, al
contrario, es algo que me permite disfrutar y compartir buenos ratos y
buenos cielos. Pero lo que si que se cuestiona es la necesidad de
acometer la construcción de un telescopio grande, que a veces
necesita de alguien que ayude a montar y desmontar, incluso de un
observatorio, cuando se tiene acceso a instalaciones ya preparadas.
··
Unas
cuantas
mejoras
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En agosto de 2010, tras regresar de la reunión anual del RETA,
tenía tomada la decisión de reformar todo el tubo del telescopio. De
modo que lo desmonté por completo con el fin de lograr aligerarlo en más
de 3 kg, y de eliminar la diferencia de tamaña de 5 mm entre los lados
de la parte inferior y superior del mismo. El resultado fue óptimo. En
un taller local se igualaron los perfiles ranurados y todos los
elementos del tubo, algunos de ellos no se habían tocado desde 1978
cuando se puso en servicio el telescopio.
En las imágenes
siguientes se aprecia la instalación de dos ventiladores de disco duro
de PC en la base del tubo, que ayudan a acelerar la aclimatación térmica
del espejo primario. Pueden funcionar a pilas o con corriente continua.
Aprovechando que estaba
metido en el tema a fondo, también desmonté el buscador que dejó de ser
recto para pasar a ser acodado, lo cual facilita la comodidad de uso.
Gracias a la
generosidad y buen hacer de Ángel Caparrós, pude contar con un nuevo
dispositivo, el PICGOTO, que se ocupa de la localización y seguimiento
de cualquier astro, al tiempo que facilita las tareas de autoguiado.
En 2020, con la adquisición de un
nuevo telescopio, tuve que reconducir este instrumento. Vendí la montura
ecuatorial Carton y algunos accesorios, y adquirí algunos que necesitaría
para el nuevo equipo. El tubo lo monté de nuevo sobre la montura Dobson
y lo dejé en la sede de la Asociación Valenciana de Astronomía para que
se pueda utilizar en actividades de divulgación.
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