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Paso del cometa Halley: 1985-1986

 

 

En la escena XXXII del tapiz de Bayeux aparece el cometa Halley en 1066. EL tapiz relata en viñetas de imágenes los hechos que precedieron a la conquista de Inglaterra por los normandos.

Adoración de los Reyes, pintura de Giotto de 1301 en la que se representa el cometa Halley. Capilla Scrivegni, Padua (Italia)

Edmund Halley (1656-1742)

Logo de la campaña internacional de observación del cometa Halley

Adhesivo editado por la AVA para las "noches del cometa" en Casinos  

 

 

 

Publicidad del viaje a Brasil para ver al cometa Halley organizado por la AVA y Viajes Gulliver

 

 

 

Publicidad de uno de los cruceros para ver al cometa Halley

 

Sin duda, el Halley es el cometa más popular de cuantos se conocen, no por ser el más grande ni el más brillante, sino por ser el primero cuyo paso se pudo predecir con antelación. Su órbita fue calculada por el astrónomo inglés Edmund Halley en 1682, que se dio cuenta de que el cometa observado ese año tenía una órbita casi idéntica a los avistados en 1456, 1531, 1607, lo que le llevo a sospechar que eran en realidad el mismo cometa y predijo su regreso para 1758. En realidad el paso se retrasó hasta el 12 de mayo de 1759 debido a las perturbaciones gravitatorias de Júpiter y Saturno, algo tarde para Halley que ya había fallecido en 1742, pero constituyó uno de los mayores éxitos en la Astronomía del siglo XVIII.

Así pues, estos cálculos permitieron comprobar que el cometa había sido observado en visitas anteriores a las cercanías del Sol, remontándose la primera al año 239 AC.

Históricamente, el paso de un cometa eran interpretado como el anuncio de que algo importante, generalmente una desgracia, iba a suceder. 

El cometa Halley el 7 de mayo de 1910

El Halley en abril de 1910, junto a Venus

(Obs. de Johannesburgo)

Anuncio de las catástrofes que provoca

el choque del cometa con La Tierra

En el acercamiento de 1910 hubo una alerta al saberse que la Tierra tropezaría con la cola del Halley en la noche del 18 de mayo. Los agoreros pronosticaron que el contenido de cianuro de la cola era letal. Hubo fiestas de despedida, suicidios, se vendieron bombonas de aire y otros remedios para intentar salvarse de una muerte probable. También se habla de los "niños del cometa" nacidos casi un año después del acercamiento, hijos de aquellos que afrontaron una catástrofe mundial de otra manera.

El Halley el 16-10-1982 en Canis Minor, reencontrado 3 años antes del perihelio, por David C. Jewitt y G. Edward y Danielson, con el telescopio de 5 m del Monte Palomar (cortesía CIT)

El cometa Halley el  06-04-1992 cuando ya se había alejado a 15,7 UA, y rondaba la magnitud 26, captado por el telescopio NTT de 3,5 m del ESO en La Silla, Chile (cortesía ESO)

El cometa Halley en marzo de 2003, a 27,7 UA y con magnitud 28,8. Imagen obtenida con tres de los cuatro telescopios VLT de 8,2 m cada uno del ESO en el Cerro Paranal, Chile (cortesía ESO) 

 

El acercamiento de 1986

Se organizó una campaña internacional para recopilar todas las observaciones, su registro y coordinación, denominada International Halley Watch (IHW).

A finales de 1985 y primeros de 1986 se pudo observar el acercamiento del Halley al Sol y, por lo tanto, a la Tierra. El paso por el perihelio se produjo el 6 de febrero de 1986 a una distancia de  0,57 UA (unos 85.000.000 km) del Sol. 

Esto ocurre aproximadamente cada 76 años. Desde nuestras latitudes se veía el acercamiento con el cometa de frente y, por lo tanto, su cola no era en absoluto nada impresionante como lo había sido en el anterior paso en 1910. Tras el paso por detrás del Sol, el cometa se alejaba siendo visible en mejores condiciones, pero ya en latitudes muy distintas a las nuestras.

Aún así, en la Asociación Valenciana de Astronomía (AVA) decidimos organizar unas noches del cometa en la localidad de Casinos, a 37 kilómetros de Valencia, las noches del 5 y 6 de diciembre de 1985, aprovechando el impulso que los medios de comunicación estaban dando al acercamiento, con noticias constantes sobre el fenómeno.

 

Las "noches del cometa" en Casinos, 6 y 7 de diciembre de 1985

Para la ocasión, contamos con la colaboración del Ayuntamiento de la localidad, que nos permitió utilizar las instalaciones del anfiteatro del Parque Gallipatos, por entonces al aire libre (actualmente ya cubierto), al mismo tiempo que colaboró con un apagado de las luces urbanas durante las dos noches.

La AVA se encargó de darle publicidad al evento y fletó autobuses para que los interesados se desplazaran a Casinos, también llegaron autocares ajenos a los nuestros desde Madrid y Castellón, entre otros. Además, muchos acudieron en sus vehículos particulares.

 

     

 

Nosotros aportamos una docena y media de telescopios que se instalaron repartidos por la explanada central del anfiteatro, Desde el dobson de 31 cm y el refractor Mizar de 8 cm de la AVA, pasando por una batería de 20 cm (entre los que estaba el mío) y, por fin, otros de 15 y 12 cm y algún pequeño refractor más. Todo apuntaron al Halley y, cuando la afluencia de gente era menor, a otros objetos interesantes del cielo.

Constituyó el evento de mayor participación de cuantos la AVA ha organizado. Imagínese que Casinos, con una población de 2.000 habitantes, acogió a 5.000 visitantes a las "noches del cometa". Al finalizar, el Ayuntamiento y la policía local nos contaban algunas consecuencias. Se agotó el pan en toda la población, los bares de la localidad no daban abasto para servir a la gente hasta bien entrada la madrugada, el municipio invadido por centenares de vehículos que buscaban aparcamiento, etc ... Algunos comercios lamentaron que este cometa no regrese en poco tiempo.

En los momentos de mayor afluencia, el colapso era importante, con colas de más de 50 personas esperando pacientemente en cada uno de los telescopios. El bueno de Carlos Crespo, plasmó en la viñeta siguiente la paradoja de la "cola" inexistente del cometa y las "colas" del cometa, estas últimas para observarlo.

 

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