En la mañana del 4 de enero
de 2011, cuando el Sol apareciera en el horizonte Este sobre el mar se
vería eclipsado parcialmente. Era una tentadora imagen y un espectáculo
digno de ver. En España, la ocultación máxima alcanzaría el 60% del
disco solar.
La Asociación Valenciana de
Astronomía había convocado una observación en el paseo marítimo de
Valencia, a la que acudí con mi cámara Canon EOS 100D y un trípode.
Desgraciadamente, el
horizonte estaba cubierto de una espesa capa de nubes, por lo que no
vimos salir al Sol eclipsado sobre el mar, sino a considerable altura
sobre la franja nubosa.
Al
dejarse ver tras las nubes, el Sol ya había pasado por su máxima fase
del eclipse parcial, por lo que se pudieron hacer fotos de una sola
parte del fenómeno.
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